Al menos las
tecnológicas nos traen periódicamente buenas noticias a las personas con
determinadas limitaciones; no porque sean perfectamente accesibles, sino por su
evolución constante hacia la usabilidad por todos, desarrollando cada vez más
potencial y posibilidades a sus productos. Y además, los emporios tecnológicos lo
hacen sabiendo gestionar sus empresas y ganar dinero. Bien podrían venir los
Apple, Google, Microsoft o Samsung y salvarnos de la crisis.
El año 2012 está siendo
un año “exquisito” (cada año lo es más, por negativistas que deseemos ser) en
cuanto a presentaciones de nuevas funcionalidades en la tecnología,
especialmente en la móvil y audiovisual, innovaciones que de conocerse en
profundidad, nos sorprendería descubrir el potencial que podrían llegar a desarrollar
para las personas con discapacidad o limitaciones. Buena prueba de ello son los
avances que las grandes compañías están realizando en sus asistentes virtuales
para los smartphones. Ahora bien, siempre podremos criticar que no son
perfectos, o dicho de otro modo, que aún no son del todo accesibles o usables
por muchas personas con limitaciones. Pero también podríamos utilizar otro
enfoque: su imperfección es mucho menor cada vez, y centrarnos en lo que nos
pueden proporcionar dentro de su imperfección, que es cada vez más. Pero la
mejor noticia, sin duda, es que estas funcionalidades imperfectas, con sus
imperfecciones (siendo reiterativos para remarcarlo), los fabricantes las van
incorporando “de serie” ya en sus cacharros, y cada vez va siendo menos
necesario hacer inventos externos para convertir en accesibles y usables lo que
la evolución los va haciendo así. Hasta el punto de que debiéramos empezar a preguntarnos
qué es mayor imperfección, ¿la imperfección de las funcionalidades, o el no
saber difundir, dar a conocer, y enseñar a utilizar estas funcionalidades
imperfectas?.
Resulta decepcionante
ver cómo el uso de las cada vez más avanzadas y útiles funcionalidades pasan
desapercibidas para la inmensa mayoría de los ciudadanos, y su conocimiento
sigue aparcado casi exclusivamente para los expertos o los frikies. Bien
podríamos denominar a la tecnología actual con las cada vez mayores y mejores
funcionalidades, tecnología social. Porque lo tienen, un enorme potencial
social, y siempre dentro de sus imperfecciones. Pero aún con estas, el derroche
de su potencial, por su desconocimiento, es alarmante. La capacidad que tienen
cada vez más para facilitar la vida de los ciudadanos, y especialmente de
aquellos con discapacidad, limitaciones o mayores, es impensable. Como lo sería
para las Administraciones Públicas el ahorro económico si supieran extraer
todas sus utilidades acercando su conocimiento a la población, aplicando sus
virtualidades en la educación, la sanidad, la gestión pública o el empleo, y
acercando la posibilidad de poder acceder a ellos económicamente. Siempre la
inversión social bien implementada y enseñada va a conllevar reportes
beneficiosos, especialmente para la población que por sus limitaciones más
necesitan de las tecnologías, y por qué no citarlo también, más ahora en
tiempos de crisis: claros efectos de ahorro económico a medio plazo.
Conviene recordar que nuestra tan nombrada sociedad de la información y la comunicación también va englobando progresivamente gran parte de la electrónica de consumo, los electródomésticos y prácticamente cualquier aparato que pertenezca a nuestro entorno doméstico, que van incorporando sistemas de control interactivos, táctiles o auditivos, y los vinculamos al concepto de Internet de las Cosas, gestionándolos y utilizando mediante nuestro Smartphone o tablet. No hay más que echar un vistazo a las dos grandes ferias mundiales y de referencia en ese campo, como son las de Las Vegas, y recientemente la IFA 2012 de Berlín. Cuando a lo largo de este año, y los diversos eventos tecnológicos, Samsung, LG, Lenovo o Philips han ido presentando sus avanzados Smart TV y elementos de control del aparato por voz o gestos, pocas reparan en lo que puede suponer para miles de personas con limitaciones o mayores, al incrementar la posibilidad de “personalizar” el manejo y uso de su aparato doméstico adaptándolo a esas sus limitaciones, ofreciéndole diversas posibilidades: por mando, por voz, por gestos… ¿no debiéramos empezar a matizar lo que entendemos por usabilidad? LG va incorporando ya el mando Magic Control a sus productos, con estas posibilidades, y a precios por debajo de los 200 € (no es publicidad, eh?). O el GPS manejado por gestos, ideal para personas con movilidad reducida y personas mayores, fabricado por CEATEC y presentado en la feria tecnológica de Japón, ¿es usabilidad?. Debiéramos quizás ampliar el “concepto” de usabilidad, a las diferentes posibilidades de manejo y a la posibilidad de poder adquirirlo “razonablemente”..
En esencia, el
desarrollo tecnológico no hace sino avanzar buscando las debilidades humanas,
es decir, la tendencia a la comodidad, simplicidad y menor esfuerzo. Que el
futuro del control de nuestros ya inseparables acompañantes tecnológicos en
todos los ámbitos está en la voz, y el manejo por reconocimiento gestual, es
algo que tienen hace tiempo muy claro los primeros espadas tecnológicos. Buena
prueba de ello es la carrera competitiva que empezó Apple con su Siri, y a la
que se han incorporado Google con su integración de varios servicios para
conformar Google Now, Samsung con S-Voice en el Galaxy S III, Windows Phone con
Speech, y ahora RIM también entrando en la moda de los asistentes por voz, como
se puede ver en la última actualización del SDK. Y no descartemos a nuestra
“promesa” nacional (como en el futbol), el ingeniero vasco de 31 años Xabier
Uribe-Etxebarria, creador del Sherpa, un asistente de voz para Android,
inicialmente, con muy buenas perspectivas. Todo ello no puede sino redundar en
una cada vez mayor perfección y facilidad en su uso, al tiempo que se volverá,
para bien, más completo el potencial de sus posibilidades. Y sí, también, y
para bien, para las personas con discapacidad, limitaciones y mayores. Porque
frente a quienes afirman o se preguntan si ¿Genera
la sociedad TIC una verdadera brecha social?, yo preguntaría, ¿hay mayor brecha para las personas con
discapacidad, limitaciones o mayores en este 2012, o en 1980 sin TIC’s?. Quizás
ha llegado el momento de cambiar progresivamente de estrategia, y tratar de
actuar más colaborativamente con quien desarrolla y vende, queramos o no, que
en seguir bombardeando, criticando amargamente y, como buenos latinos,
quejándonos en el bar, que para eso somos el país de Europa con mayor número de
ellos.
La simple aparición de
unos pocos años para aquí de la tecnología táctil, las pantallas táctiles, en
los smartphones y ahora tabletas con el aumento de pulgadas, al tiempo que la
presencia cada vez más iconográfica en los mismos, supone, sin duda, un muy
gran avance para su uso por muchas personas con graves limitaciones, o
discapacidad, especialmente de destreza de movimientos, o intelectual, o
personas mayores con Parkinson, por ejemplo. ¿Es o no es un avance en la
accesibilidad y usabilidad, aún con sus imperfecciones?.
Puesto que el gasto en
incorporar soluciones de accesibilidad a los productos y herramientas tecnológicas
que tanto empresas como Administraciones debe ser cada vez menor, por venir
cada vez más presentes en todas ellas, ahora debemos dar el paso enfocando el
gasto a conocerlas, para aplicarlas y rentabilizarlas en los servicios,
sacándoles las posibilidades que tienen para facilitar y potenciar la plena
igualdad de todas las personas, indiferentemente de sus diferentes capacidades,
en todos los entornos sociales: laboral, educativo, social y de ocio. Resulta
esencial cada vez más saber qué puede hacer cada producto o desarrollo por las
personas, al igual que conocemos a través de sus especificaciones técnicas la
resolución de las pantallas, su tamaño, su conectividad. Un anexo después de
las especificaciones técnicas indicado algunos aspectos prácticos de qué hacer
con el aparato una vez salgamos de la tienda (comprar on line, información
sobre localizaciones o monumentos, pagar, gestionar nuestro banco,
videoconferencia con nuestros contactos…), no estaría mal. Porque quizá quien
lea estos blogs lo conozcan y lo sepan, pero aseguro que el 99% de los
ciudadanos, compradores-clientes de tecnología de consumo, desconocen
completamente.
No tiene demasiado sentido gastar más
dinero en buscar la quimera de la accesibilidad por caminos alternativos, fuera
de mercado; tenemos que gastarlo en enseñar lo que ya tenemos. La tecnología se
va adaptando a las necesidades del usuario, con y sin limitaciones. Conociendo
con mediana profundidad lo que nos están ofreciendo anual, semestral o
trimestralmente los nuevos desarrollos tanto de equipos TIC’s como de su
núcleo, interfaces, SO’s, software y utilidades, podemos eliminar gran parte de
la tan renombrada brecha digital. Y darle su parte de culpabilidad a la brecha
económica, es decir, a la pura y dura imposibilidad de acceder por millones de
personas a tener en sus manos la tecnología actual.
Por supuesto que sería
mucho mejor estar en los centros de decisión e investigación de Microsoft,
Samsung, Google, IBM, Intel… pero eso casi lo dejo por imposible (es un decir,
yo nunca me rindo). El pasado mes de julio Intel presentó en San Francisco una
batería de medidas para revolucionar el hogar, el coche o el trabajo en el
futuro inmediato. Interesante es el artículo de El País que hace un resumen de
ello, “Tecnologías que veremos en los próximos 10 años”.
Algo parecido a lo que presentó IBM en Madrid hace unos días, a través de
Michael Karasick, vicepresidente y director del laboratorio IBM Researc. Entre
ellas, y especialmente relevante para muchas personas con discapacidad o
limitaciones intelectuales y sensoriales, los desarrollos en sistemas
cognitivos, creándolos capaces de aprender y tomar decisiones complejas. ¿Posibilidades en
prevención educación o autonomía personal? Inmensas.
Pero puesto que de
momento no estamos allí, tomando un café y pensando junto a los ingenieros y
CEO’s que deciden nuestro futuro, al menos seamos lógicos: es más útil diseñar
servicios y utilidades con lo que tenemos, que dejar que lo que tenemos ahora
no sea aprovechado. Ah, y no nos olvidemos de legislar buscando la postsolución
a lo de ayer.
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