El pasado 12 de diciembre, ¡12-12-12!,
se ha celebrado en Madrid el III
Congreso de Marketing Móvil, reuniendo a compañías tecnológicas,
agencias, medios y anunciantes, para debatir sobre las nuevas tendencias dando
a conocer iniciativas para crear mercado en el entorno del móvil. Respecto al
evento, hace un resumen muy didáctico la sección de Tecnología de ABC digital,
bajo el título “La crisis y la variedad de soportes, barreras contra
la inversión en movilidad”. En su desarrollo,
queda clara la conclusión de que los dispositivos móviles se han convertido en el
soporte clave para las estrategias de marketing. La jornada estuvo salpicada de
intervenciones y “frases” muy
clarividentes, que no por evidentes pierden importancia. Raúl de la Cruz, director comercial de Microsoft, dejó caer,
refiriéndose al objetivo de conseguir incrementar los contenidos digitales, “…para llegar a ese nivel, dijo, todos los actores del sector deben educar en los nuevos
soportes móviles”. Y remarca el artículo que “Todos los ponentes señalaron a la figura del consumidor como «la
principal persona que marca la cuota».
Reflexionando sobre lo debatido en
el Congreso, no me cabe duda de que a la discapacidad y sus necesidades le hace
falta mucho Marketing, y desde luego utilizar mucho el Marketing en movilidad. Entre
otras cosas, para hacerse visibles como potenciales consumidores de productos,
bienes servicios y, por supuesto, de contenidos accesibles. Francisco Sierra, director de contenidos de Antena 3 Multimedia,
comentaba “las posibilidades de las
aplicaciones o las denominadas «second screen» para generar contenido por parte
de los usuarios, quienes «comentar lo que te gusta o critican lo que estás
viendo…”, posibilidades que podrían ser utilizadas con efectividad por la
discapacidad para hacer relevantes la falta de condiciones adecuadas de
accesibilidad en bienes, productos, servicios y entornos TIC’s.
Para conseguir un objetivo colectivo
es necesario generar conocimiento sobre las condiciones que ha de cumplir el
objetivo final. La accesibilidad y usabilidad de los bienes y productos TIC’s o
vinculados a ellas es un objetivo colectivo, porque tarde o temprano las
limitaciones en su uso, en mayor o menor medida, nos afectan a todos. Pero para
generar conocimiento en la sociedad, aparte de estar en la virtualidad y las nubes, también hay que estar en la tierra y
hacerse ver. Y, ¿dónde está el ciudadano con discapacidad en estos eventos? ¿Le
prohíben la entrada? ¿le cobran más? ¿le agreden?. A mí no me ha pasado nunca,
pese a ir en silla de ruedas. Ahora bien, otra cosa es que haya podido estar,
si las condiciones de acceso no eran accesibles.
Por ello, hay que adoctrinar fuera.
Bien sabemos las personas con movilidad reducida y dificultades en la
deambulación, que la accesibilidad es esencial para nosotros, pero esa
percepción el ciudadano “corriente” no llega a tenerla. Hace unos días, una
empresa española de ingeniería, Elea Soluciones, con las ideas muy claras, siguió una estrategia
adecuada en la idea de acercar esta percepción al mundo “corriente”. Experta en
crear soluciones técnicas de accesibilidad en filosofía de bajo coste, se
acercó a los Administradores de Fincas y gestores de comunidades en una jornada
de información celebrada en Salamanca, y organizada por Antonio Mateos, de AM-TEL&TIC. A Elea se le ocurrió que tenía que enseñar
sus sistemas de apertura de puertas económicos y tremendamente sencillos de
instalar a quien podía hacer negocio con ello, generando dinamismo en el
mercado, beneficio económico y todo para llegar al beneficio superior, una
mejora en la calidad de vida de miles de personas. No acercó la información al
beneficiario, que también, pero que conoce ya sus limitaciones, sino a quien
puede ejecutar la solución instalándola. Y además, Elea adoctrinó a los
profesionales presentes allí, “sin
discapacidad”, dándoles las claves legales previstas en la última reforma
de la Ley de
Propiedad Horizontal, donde las personas con discapacidad o mayores de 70 años
que vivan en una edificio, pueden pedir las obras necesarias, físicas o con
elementos electrónicos que necesiten, para su accesibilidad y autonomía. En
definitiva generó conocimiento en la empresa (administradores, instaladores…)
para que ganen todos. Los datos son abrumadores, ¿en qué comunidad de vecinos
de nuestro país no existe una persona con discapacidad o mayor de 70 años?. Con
soluciones como las que presenta Elea queda demostrado que la tecnología que
genera accesibilidad y usabilidad es tecnología social, beneficia al empresario
y al “necesitado”, y no es
necesariamente cara. Elea estuvo generando
conocimiento en la empresa ordinaria para que las personas con discapacidad
resultaran beneficiadas.
Pero la generación de conocimiento
también ha de hacerse entre los colectivos afectados. De poco sirve invadir de
tuits las redes sociales durante unas horas una mañana o fin de semana, y
morirse ahí. Para generar conocimiento social es completamente necesario que
los principales colectivos de ciudadanos que deben beneficiarse de condiciones
de accesibilidad y usabilidad en los productos y desarrollos TIC’s aprendan a
utilizar las innovaciones de presión social que la Sociedad del Conocimiento
va poniendo en nuestras manos. Plataformas como la tan “visible” últimamente
Change.org podrían ser usadas perfectamente para hacer llegar miles y miles de
firmas a fabricantes, desarrolladores y gestores TIC’s la necesidad y la
demanda comercial que existe, por qué no, de incorporar las soluciones o
condiciones de accesibilidad y usabilidad a los productos y servicios. Es mucho
más efectivo. Saca y hace visible la necesidad, pero también el negocio. O
haciéndolo verdaderamente “intuible”,
creativo, por qué no, transmitiendo mensajes visuales como hace el artista
francés JR a través de su proyecto Inside
Out Project.
Debemos perseguir que la mejor
tecnología de bajo coste accesible y usable sea la tecnología de consumo, es
decir, aquella que necesariamente vamos a tener que consumir. Televisores,
smartphones, lavadoras, sistemas de pago…, que ya traigan incorporadas las
debidas condiciones de uso para todos. Cualquier otra solución que signifique
incorporar añadidos a la tecnología de consumo para conseguir su accesibilidad
y usabilidad, por económica que sea, supone un sobrecoste.
Y no olvidemos que en la actual
Sociedad de la Información
y Comunicación tan importante es el producto físico que da soporte a los
contenidos, información y servicios, como éstos mismos. En el anteriormente
mencionado Congreso
Nacional de Marketing Móvil, donde se debatían nuevas
estrategias de negocios vinculadas a la movilidad, no estaba la “discapacidad”, entendida ésta como
algún profesional o representante de la misma generando conocimiento de las
necesidades de la misma entre los profesionales presentes allí. La población
con discapacidad es un mercado potencial y facilísimo si se le trabaja bien,
simplemente por la lógica más elemental: las facilidades que las TIC’s pueden
suponer para miles de personas con discapacidad para el consumo online, por ejemplo, son sin duda un
valor añadido muy importante a tener en cuenta. ¿Pero cómo pueden suponer estos
señores que existe este mercado potencial, si no ven por allí a ninguna persona
con discapacidad? Es aquí, en estos eventos y foros profesionales, donde
debiera haber verdaderas manifestaciones
de cojos, ciegos, sordos y sillas de
ruedas (con todo respeto), deambulando por los pasillos de los Congresos y
Ferias, ¡Debiera haber 1000 o más ciudadanos con discapacidad por ahí! A veces,
es necesario ver y tocar para creer, como se refleja en un célebre pasaje de la Biblia. La discapacidad
es como el hambre, la pobreza o las poblaciones en extinción: si sólo las ves
en la televisión, en los informes multipáginas y abundantes, y en las
estadísticas que todo el mundo saca, pues que como que te las crees poco.