(Basado en una idea de mi buen amigo Darío Requés)
Es curioso cómo funciona la economía. En un mismo sector hay gente consiguiendo buenos resultados y otros sufriendo. Mismo negocio, misma ciudad e incluso a veces en la misma calle… unos ganan y otros pierden desarrollando la misma actividad.
— Cuestión de suerte — dirían algunos.
Yo no estoy de acuerdo en culpar – sólo - a la mala suerte de algunos por sus resultados.
Deja que me explique;
Casualmente tengo 2 amigos — Fabio y David — con los que hablo con frecuencia y ambos tienen un hotel.
La verdad es que los resultados de los dos no pueden ser más dispares. Hace pocos días y ante un violento contraste en la visión que cada uno me expresaba por su situación en distintas reuniones, mentalmente tomé la decisión de estudiar un poco más a fondo las particularidades de cada uno.
— Juan Carlos, tengo reservas en el hotel hasta después del verano y mis salones vendidos ya para toda clase de eventos hasta el mes de octubre— me decía Fabio.
— No sé qué ocurre Juan Carlos, no consigo llenar el hotel y sólo hago un evento cada 15 días en mis salones. La cosa está fatal— decía David.
Y yo pensaba, ¿cómo puede ser?
Así que como ejercicio para satisfacer mi propia curiosidad me dispuse a visitar ambos hoteles y ver por mí mismo dónde podía estar esa diferencia.
Dicho y hecho, pasé a visitar a mis dos amigos y pude ver los dos hoteles en persona.
Cualquiera diría que el hotel de Fabio sería más nuevo, mejor ubicado y fantásticamente decorado mientras que el hotel de David sería más viejo, oscuro y anticuado.
Nada más lejos de la realidad…
Ambos disfrutan de una magnífica ubicación, están reformados reciente y exquisitamente decorados.
Entonces, ¿dónde está la diferencia?
Muy sencillo, es una cuestión de concepto sobre qué significa comodidad y ofertas para un turista o ayuda y facilidades a un viajero.
Yo soy amante de las nuevas tecnologías, así que como podrás imaginar adoro mi Smartphone. Y por esos caprichos del destino, tengo que desplazarme en una silla de ruedas. Así que la relación que tengo con mi móvil es más estrecha y vital que la puedan tener los demás ya que para mí es una herramienta indispensable. Mi móvil me da libertad.
Cuando me disponía a visitar el hotel de mi amigo Fabio, pude trazar una ruta con mi móvil de forma directa ya que Fabio, cuando reformó su hotel, lo hizo de forma accesible convirtiéndolo en lo que nosotros llamamos un Espacio Integrado Inteligente.
Así que, antes de montar en mi coche pude, no sólo ver que disponía de varias plazas de aparcamiento adaptadas a personas con movilidad reducida, sino cómo acceder a la rampa que da acceso al hall de recepción — lo que para mí resulta de una ayuda inestimable— y al resto del hotel
Una vez allí, al acceder a la recepción pude comprobar la realidad de la economía del turismo. Docenas de visitantes extranjeros que visitaban la capital charlaban alegremente en varios idiomas y no paraban de mirar sus teléfonos y señalar en todas direcciones.
Al recibirme Fabio, le pregunté por tal circunstancia, a lo que él me respondió:
“Juan Carlos, cuando reformé el hotel tomé la decisión de que fuera accesible a todas las personas. Esto incluía a personas que, como tú, tienen algún tipo de discapacidad. Bien sea física, visual, auditiva o de movilidad en general.
Así que instalé una serie de tecnologías que francamente, hoy en día son muy baratas, y permitía a personas con alguna discapacidad utilizar su Smartphone, entre otras muchas cosas, como un sistema de guiado inteligente que te ayuda desde el mismo momento que aparcas hasta que estás en tu habitación. Puedes alquilar una silla de ruedas en el hotel desde el móvil y la tendrás lista cuando llegues. Sirve también como traductor de toda la información disponible en el hotel y como herramienta de comunicación. Tu teléfono incluso te “lee” la carta del restaurante y te previene de alérgenos en los diferentes platos en caso de que sufras algún tipo de reacción alérgica.
Cuál fue mi sorpresa al comprobar, que estas tecnologías accesibles no sólo apoyan a las personas con discapacidad, sino que en el caso de los turistas extranjeros, todos utilizan esta adaptación para comprender las distintas informaciones, encontrar lo que buscan dentro del hotel e incluso comprender el menú del restaurante. Al ser universalmente accesible, me recomiendan sin parar y desde entonces tengo el hotel a tope—. Incluso les incluyo la facilidad de información y acceso guiado a cualquier monumento que puedan desear visitar en la ciudad”.
Yo mismo pude moverme por el hotel con mi móvil comprobando hasta qué punto mi amigo había conseguido eliminar cualquier barrera de una forma tan sencilla — todos tenemos un móvil hoy día— y a la par tan útil. Me marché encantado.
Cuando me dispuse a visitar el hotel de mi amigo David la cosa fue bien distinta. En primer lugar, no pude saber dónde aparcar hasta que estuve allí y tras 20 minutos de búsqueda pude aparcar en una plaza adaptada a 300 metros de la entrada del hotel. Te aseguro que esos 300 metros fueron para mí son un verdadero sufrimiento.
Cuando me disponía a entrar comprobé que había 5 peldaños insalvables para mí en la entrada principal, por lo que llamé a mi amigo para pedirle ayuda.
— ¡Hola Juan Carlos! ¿Ya estás aquí? Pero hombre, ¿cómo no me has avisado antes? Tenemos una entrada con rampa en la calle lateral. ¿Y tú coche? ¡Pero si tenemos una plaza adaptada en el garaje!.
Desgraciadamente yo no pude ver ni la plaza de aparcamiento ni la rampa por ningún sitio, por lo que tuve que pedir ayuda...
Al entrar en el hotel pude comprobar que no tenía ese ambiente vivo y simpático que aportan los huéspedes. No había nada incorrecto ni nada malo. Sencillamente era un hotel más de los muchos que hay en la capital española. No aportaba facilidades que lo hicieran diferente, ni siquiera a nivel de idiomas, todo estaba en castellano salvo dos carteles que también incluían el inglés.
Comprendí inmediatamente que si yo fuera un turista —ya no hablo como persona que necesita la accesibilidad— me resultaría fácil elegir entre un hotel u otro. La ironía es que mi amigo David se había gastado más dinero en reformar su hotel que mi amigo Fabio.
Pero el concepto de accesibilidad marcó la diferencia.
Fabio y David son reales. Y no son los únicos que hoy día obtienen resultados bien distintos en sus negocios simplemente por no tener en cuenta la gran diversidad que existe y cómo la tecnología lo ha cambiado todo.
Por esta razón existe AISTE y los Espacios Integrados Inteligentes. Ya no hay excusas para que todo espacio no esté adaptado para que todas las personas puedan utilizarlo y disfrutarlo.
¿Qué es un Espacio Integrado Inteligente?:
Un “Espacio Inteligente Integrado” (EII) se implanta en un ámbito físico donde cualquier ciudadano, con independencia de sus capacidades, tendrá la mayor autonomía posible para desplazarse, deambular e interactuar con los elementos del espacio, y usar y utilizar los servicios presentes en él. Un Espacio Integrado Inteligente está basado en las tecnologías, que proporcionan el adecuado complemento a la accesibilidad física y su aliado imprescindible.
Las tecnologías son el elemento clave actual para el bienestar social. Con su actualización continua (mejora) generan escenarios de innovación y permiten el acceso en igualdad a bienes y servicios a todas las personas de la sociedad. Permiten, en verdad, la inclusión de todos.
¿Qué aportan las Tecnologías modernas a la Sociedad, a la discapacidad, y al Turismo, y especialmente a un Hotel o Complejo Turístico?:
- Autonomía
- Seguridad
- Oportunidades para el sector privado (comercio, empresa...)
- Sociabilidad
- Cumplimiento legal
- Inclusión social
- Eficiencia e igualdad de acceso a los servicios
- Generas espacios de innovación
- Acceso en igualdad a bienes y servicios
- Las tecnologías son el elemento clave actual para el bienestar social
- Actualización continua (mejora) de las tecnologías
- Diferencia respecto a sus competidores
¿No sería verdaderamente innovador poner sistemas de guiado inteligente en los espacios exteriores del hotel/complejo, guiado inteligente en interiores, señalética accesible con tecnología, sistema de lectura accesible de las cartas y menús en los restaurantes, localización de plazas libres de aparcamiento en hotel/complejo turístico, sistemas facilitadores de la comunicación (bucles magnéticos) en habitación, restaurante o salas comunes, una web y app verdaderamente inclusivas?
Todo ello y más, es posible en un Espacio Integrado Inteligente. ¿Nos diferenciamos?
Fabio lo tiene claro…