Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles. (Bertolt Brecht)

Muchos me llamaran aventurero, sólo que de un tipo diferente y de los que ponen el pellejo para demostrar sus verdades. (Ernesto "Che" Guevara)

Aquellos que ceden la libertad esencial para adquirir una pequeña seguridad temporal, no merecen ni libertad ni seguridad. (Benjamín Franklin)

viernes, 4 de julio de 2014

¡Qué bien que llegan las Smart Cities para solucionarme la vida!

Tenía pensado escribir un post sobre robótica, pero no he podido resistir la tensión de cambiar de idea. Desde que leí la semana pasada en el BOE del viernes 27 de junio la Resolución de 24 de junio de 2014, de la Entidad Pública Empresarial Red.es, por la que se efectúa la convocatoria para la selección e los Ayuntamientos participantes en la “Primera convocatoria de ciudades inteligentes de la Agenda Digital para España” y se establecen las bases reguladoras de dicha convocatoria”, mi conciencia no está tranquila sin sacar a la luz algunas reflexiones.

         La primera es, sin duda, ¿quién o quiénes están diseñando las ciudades inteligentes (smart cities) para mí y para miles de ciudadanos?. Desde luego, los diseñadores de estas famosas ciudades tan nombradas y renombradas ahora en todos sitios, y más en España, donde seguimos siendo más papistas que el … desconocen la realidad social, la ciudadanía, las necesidades, la diversidad y las prioridades, pero tenemos la Red de Smart Cities más grande del mundo, y más Smart Cities que nadie. Y por encima de todo, desconocen absolutamente lo que es la accesibilidad y usabilidad tecnológica, su importancia para cientos de miles de personas, y su impacto en múltiples ámbitos, entre ellos la economía y el gasto público. Ahora bien, también hay que ser comprensivos; la ceguera (metafórica, si fuera real pensarían de otra forma), se produce por la cantidad de cientos o miles de millones que se están poniendo encima de las mesas, que hay que repartir, muy golosos, todos para proyectos Smart y ciudades smart donde la persona queda muy por detrás de otros intereses.

         Pero es que, además, quien o quienes están diseñando la ciudad inteligente para mi y miles de ciudadanos, adolecen de confusión en algunos términos. Resulta que la Resolución publicada, cundo leemos los criterios de valoración (en apartado Bases, Décima, Criterio 5) incluye la mejora de la accesibilidad de los servicios públicos, junto a otros conceptos, con un 16% ¡sobre 100, lógicamente!. Y más adelante se llega a decir “…se valorará positivamente que la iniciativa…tenga en cuenta el desarrollo del concepto de accesibilidad universal…”. Creo que los pensadores no distinguen entre Criterios y Condiciones. Criterios pueden ponerse al gusto del pensador (formato de hojas, resumen técnico, presupuesto…), pero Condiciones, son obligatorias. Y la accesibilidad y usabilidad no son Criterios, son Condiciones obligatorias, trabajas y plasmadas en muchas Leyes y Reales Decretos publicadas también en el BOE, y en una Convención Internacional ratificada por España. Y peleada por mucha gente, entre ellos, muchos de mis excompañeros de la Dirección General de Discapacidad, de Ministerio de Sanidad, funcionarios pero personas, que se han dejado la piel en ello.

         Más preocupante aún, es que los pensadores que están diseñando la ciudad inteligente para mí y miles de ciudadanos, también desconocen la ley, y las obligaciones que tienen que cumplir las Administraciones Públicas. ¿Desconocen quizás las obligaciones de todas de disponer de sus web’s accesibles desde el 31 de diciembre de 2008?. ¿Quizás también se desconoce que el RD 1494/2007 obliga, desde el 4 de diciembre de 2009, a que todos los equipos informáticos o técnicos, y programas o aplicaciones tecnológicas al servicio del ciudadano, sean accesibles?. ¿Quizás tampoco son conocedores de las obligaciones, en lo tecnológico, previsto para hacer accesibles todos los servicios al ciudadano del RD 366/2007, de condiciones de accesibilidad y no discriminación de las personas con discapacidad en sus relaciones con la Administración General del Estado”, o del RD 505/2007, “condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación de las personas con discapacidad para el acceso y utilización de los espacios públicos urbanizados y edificaciones?. ¿Y la Ley 11/2007, de 22 de junio, de acceso electrónico de los ciudadanos a los Servicios Públicos?. Entiendo que al ir dirigida la Resolución publicada a los Ayuntamientos, casi ninguno podrá concursar o solicitar los dineros para hacer proyectos de smart cities o ciudades inteligentes, por no estar al corriente en el cumplimiento de la Ley. Porqué es una Condición cumplir la Ley para acceder a fondos públicos, ¿no?.

         En este sentido la accesibilidad tecnológica es un Condición, obligatoria e inexcusable, prevista en multitud de leyes y Reales Decretos. Y en el artículo 9 de la Convención Internacional de Derechos de las Personas con Discapacidad, ratificada por España, y por tanto derecho obligatoria en nuestro país. Por tanto, ni tan siquiera debiera figurar en el texto de la Resolución. Es si o si. Aunque pudiera recordarse, para los olvidadizos o pensadores garantes de los derechos, poniendo “no será válido ningún proyecto que no utilice bienes, productos o servicios tecnológicos no accesibles, ni proyectos smartcities que no cumplan las Condiciones de accesibilidad previstos en nuestro ordenamiento”.

         A lo mejor, el ciudadano común preferiría que se invirtiera ese dinero en cumplir las obligaciones previstas, en lo tecnológico, para hacer accesibles para todos los bienes, productos y servicios previstos en la Ley Orgánica 4/2007, de 12 de abril, por la que se modifica la ley orgánica 6/2001, de 21 de diciembre, de Universidades, o en la Ley Orgánica de Educación, y en una decena de Reales Decretos relativos a la educación inclusiva, con independencia de las distintas capacidades de cada persona. O en hacer accesible los elementos tecnológicos adecuados para todos los ciudadanos, previstos, entre otras, en la Ley 18/2011, de 5 de julio, reguladora del uso de las tecnologías de la información y la comunicación en la Administración de Justicia. Quizás, si se invierten esos dineros en garantizar la asistencia personal prevista en la Ley 39/2006 “de dependencia”, para que todos aquellos ciudadanos con movilidad reducida o en situación de dependencia, aunque sea redundante, puedan disfrutar de las smart cities tecnológicas también. ¿Y si se invirtiera mucho más en el Hogar Digital Accesible? Porque el hogar, junto al centro de trabajo, es donde el ciudadano pasa más horas. Unos porque “vuelven” de su quehacer diario; y otros muchos miles porque ni tan siquiera pueden salir a la calle y futura smart city, por las barreras en sus portales.

¡Otra idea! Quizás también pudiéramos dedicar gran parte de esos dineros a generar conocimiento, a difundir conocimiento entre los ciudadanos, a que conozcan sus derechos, a hacer saber que existe, por ejemplo, una Ley 49/2007, de 26 de diciembre, de Infracciones y Sanciones en materia de igualdad de oportunidades, no discriminación y accesibilidad universal, que debe servir para garantizar todos esos derechos. Ahora incluida, por cierto, en el Real Decreto Legislativo 1/2013, de 29 de noviembre, por el que se aprobó el Texto Refundido de la Ley General de Derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social. ¿Quién la conoce? ¿Interesa que se conozca?. ¿Y si se conoce y empiezan a presentarse miles de denuncias?. A lo mejor tampoco interesa que el ciudadano sea autónomo en el ejercicio de sus derechos; a lo mejor interesa más que sean dependientes de asociaciones subvencionadas para velar por sus derechos.

         En cualquier caso, como casi ningún Ayuntamiento estará al día en el cumplimiento de las Leyes, supongo que no podrán concursar o acceder a esos dineros, y sobrará dinero, que se podrá dedicar a cumplir las Leyes. A sanidad, educación, justicia, o prestaciones sociales. O eliminar barreras, para facilitar el uso de las smart.

         ¡Qué lástima que entre los pensadores que diseñan las smart cities (ciudades inteligentes) para mi y para miles de ciudadanos no haya nadie con discapacidad, diversidad funcional, limitaciones o como quiera llamarse. ¡Pero es que tampoco son economistas ni inversores!. Si lo fueran, sabrían que la accesibilidad y la usabilidad genera negocio, dinamiza mercado, incorpora consumidores y ciudadanos activos al sistema, reduce costes y gasto público, y produce igualdad de oportunidades. Y toda igualdad es bienestar social.

         Y no es que esté en contra de las smartcities, ni mucho menos. ¡Quién no quiere vivir en una ciudad mejor!. Es, sencillamente, que para que todas las personas, con independencia de sus capacidades, puedan llegar a disfrutar de ellas, antes hay que solucionar muchas cosas. La accesibilidad no es una carta más de la baraja, no; la accesibilidad es una de las reglas del juego para jugar a la baraja, y si te la saltas, pierdes. Pero además, la baraja tiene que ser igual de accesible para todos, para estar en igualdad de Condiciones, donde todos, con independencia de sus capacidades, puedan disfrutar del juego. Y en una sociedad donde los bienes, productos y servicios tecnológicos no son accesibles para todos, quien pierde la sociedad en su globalidad.

         La smartcity que piensan no me ayuda a subir mi silla de ruedas al coche para disfrutar de la smartcity. Ni hace que pueda ser autónomo en mi portal o comunidad para poder salir autónomamente a la calle a disfrutar de la smartcity. Ni que pueda estudiar en la Universidad en igualdad de condiciones, ni disfrutar del cine o del teatro, o disfrutar de sus calles sin barreras. Pero, a lo mejor, si se cumplen las leyes y Reales Decretos que incluyen las referencias a la accesibilidad tecnológica, quizás pueda llegar a disfrutar de las smartcities o “ciudades inteligentes”.