Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles. (Bertolt Brecht)

Muchos me llamaran aventurero, sólo que de un tipo diferente y de los que ponen el pellejo para demostrar sus verdades. (Ernesto "Che" Guevara)

Aquellos que ceden la libertad esencial para adquirir una pequeña seguridad temporal, no merecen ni libertad ni seguridad. (Benjamín Franklin)

miércoles, 4 de mayo de 2011

Los tecnólogos también tienen compromiso social


Hace poco más de tres años, estando en un congreso sobre tecnologías accesibles que se celebraba en León, me presentaron a una persona que parecía muy importante. Nos pusimos a hablar, y pasado un buen rato, le comenté: “no tengas ninguna duda, lo mejor que podéis hacer por la discapacidad es tomarla como un mercado y un negocio”. Efectivamente, ese señor era importante. Era Enrique Muñoz, hoy Director General de IECISA, la división de informática de El Corte Inglés, y ahora gran amigo. Pues ese señor me ha recordado esa frase en repetidas ocasiones, y las anécdotas que le sucedieron cuando la comentaba en su empresa con otros señores importantes, y veía que más o menos se escandalizaban. Pues bien, ese señor, que no tiene ninguna discapacidad, pero que descubrí que tiene bastante más sensibilidad que otros muchos que se llenan de eslóganes reinvidicatorios para la discapacidad, ha asumido la importancia de la discapacidad, y las necesidades que muchas personas con discapacidad tienen en este nuestro mundo de la sociedad de la información y la comunicación. Y ahora, IECISA, ha ganado el concurso público que Red.es había sacado para la adquisición de decodificadores accesibles para la TDT. Por primera vez, la primera empresa de distribución comercial en España entra a conectar con el mercado de la discapacidad. Creo que empieza la verdadera normalización, aún cuando es sólo un pasito pequeño.

Curiosamente, esta misma sensibilidad que encontré en Enrique, también la halllé en otros profesionales de este nuestro mundo de nuestra sociedad de la información y las comunicaciones, tanto del sector privado como de la función pública. Sinceramente, además, me ha llamado mucho la atención, y me ha hecho reflexionar. Yo siempre había creído, creo que como muchas personas, que aquellos profesionales que venían de las ramas de las letras y las humanidades, tenían el corazón mucho  más sensible, eran mucho más proclives a volcarse en los demás, y en definitiva, tenían el alma más pura y solidaria. Quizás es porque muchas veces hablan mejor, dominan la complacencia e incluso algunos escriben libros llenos de frases hermosas. Y siempre tenemos la idea de que aquellos señores que están en medio siempre de cacharritos tecnológicos, de microchips y redes inanimadas y frías, de sistemas y medios de comunicación aparentemente impersonales y gélidas, o metidos en sus pantallas y aplicaciones, son seres mecanizados y sin apenas vida. Quizás sea casualidad, pero mi experiencia en estos años me ha hecho descubrir un mundo de profesionales relacionados con las TIC’s bastante humanos y sensibles, y desde luego con una visión bastante más creativa y práctica. Y casualmente también, ninguno tenía discapacidad. Ello también me ha llevado a pensar que, entonces, o yo era muy convincente cuando echaba el discurso de la necesidad de tecnologías y recursos TIC’s accesibles y usables; o se hacían adeptos para no escucharme.

La cuestión es que cuando, sin conocerlos en absoluto, entré en contacto con los subdirectores generales de informática del Ministerio de Trabajo, Alejandro Lazcano y Joseba García Celada, para explicarles la necesidad de elevar a la categoría de accesibles los portales web de la Administración, y que era necesario sacar una auditoría para impulsar esa accesibilidad, enseguida encontré su receptividad y comprensión. Estábamos por el año 2006, y esta acción era prácticamente nueva por aquél entonces. Sin embargo, su sensibilidad y apoyo fueron importantísimos, y se hizo un estudio general de la situación en cuanto a accesibilidad de las web públicas, que fué el inicio del camino. Y a raíz de ahí siempre que lo he requerido, he visto cómo habían adquirido la importancia de la discapacidad.

Cuando la política social cambió de ministerio, al de Educación, allí me encontré con otro señor, también subdirector general de informática, y presidente de ASTIC (Asociación Profesional del Cuerpo Superior de Sistemas y Tecnologías de la Información de la Administración del Estado), Francisco Antón, y un buen día le eché un discurso sobre la necesidad de la comunicación a través de medios TIC’s de las personas sordas, y mi idea de interconectar por videoconferencia los distintos centros del ministerio para dar servicio de interpretación en lengua de signos. Enseguida me captó la idea, se puso a cavilar, e incluso llegamos a hacer una prueba piloto desde mi despacho, que funcionó. Pero no nos dio tiempo de terminar de poner en marcha la idea. A los pocos días nos cambiaron otra vez de ministerio. Sin embargo, también se ha hecho adepto a sus necesidades, y a finales del año pasado me invitó a una conferencia sobre la accesibilidad y usabilidad en la AGE y la necesidad en la misma, siendo la primera vez que se introducían estos temas en un evento de la asociación. Por cierto, en esa conferencia, estuvo conmigo Victoria Figueroa, también subdirectora TIC del Ministerio de presidencia.

Y volvimos a empezar de nuevo, ahora en el Ministerio de Sanidad. Allí encontré de nuevo a otro señor, también subdirector general de informática, Jesús García Marcos, con el que tuve que volver a emplear mis discursos de convinción. Tampoco fue difícil, porque cuando alguien cree fervientemente como yo que las TIC’s son el principal recurso para facilitar la vida a las personas con discapacidad, y las que ponen de manera eficaz y real recursos útiles para eliminar la discriminación, y el otro se muestra receptivo y sensible, no resulta excesivamente complejo. Retomamos la tarea de las comunicaciones para personas sordas o con discapacidad auditiva, pero tampoco nos dio tiempo. Dejé el ministerio.

Sin embargo, ahí no acaban mis experiencias con los fríos y deshumanizados tecnólogos. Entablé relación con el director general de Administración electrónica, del Ministerio de Presidencia, Fernando de Pablo, y empezamos a hablar de nuevo de la necesidad de accesibilidad de esta nueva Administración Electrónica. Y por primera vez también, y en gran parte por él, se introdujo también la accesibilidad y la usabilidad y las políticas que se estaban desarrollando en este campo en la AGE, en las jornadas TECNIMAP 2010 celebradas en Zaragoza. Todavía antes de dejar el último ministerio, tuvimos tiempo de concienciar a nuestros amigos los tecnólogos del  Ministerio de Industria de la necesidad de acceso por parte de las personas con discapacidad sensorial a la TDT, y sin ser competencia de nuestro Ministerio, también se consiguió empezar a fabricar el software para hacerlo posible.

La verdad es que, sin duda, ha sido un muy grato descubrimiento que los tecnólogos, al menos los que he conocido en toda esta etapa, no sean tan fríos como los aparatos que manejan, y tengan alma. Porque incluso, entre el señor sin discapacidad de El Corte Inglés y el anterior director general del INTECO, Enrique Martínez, también sin discapacidad, diseñamos el CENTAC (Centro Nacional de Tecnologías de la Accesiiblidad), con la intención de constituirse en el principal dinaminazador de la industria y del mercado TIC’s para facilitar la vida a las personas con discapacidad, con participación de la Administración, el sector privado y el sector social. Creímos en él y lo creamos. Y en este sueño, o proyecto, nos encontramos a otros dos tecnólogos que tampoco eran fríos ni sin alma, que no tenían discapacidad pera la hacían suya, y que fueron fundamentales. Los señores sin discapacidad de Vodafone, José Manuel Azorín y Federico Traspaderne.

Qué sorpresas te da la vida. Nunca terminas de aprender. Resulta que no sólo los señores de humanidades, letras y filosofías tienen sensibilidad y alma, e incluso a lo mejor más. En fin, estoy seguro, porque así me lo han demostrado, ahora que ya no puedo echarles los discursos (oficialmente) seguro que la necesidad de productos y servicios TIC accesibles y usables ya no se les olvida a mis amigos. Y sin tanta presión, una vez que ya no está (oficialmente) este pesado, de vez en cuando seguro que pueden relajar su alma leyendo unas buenas poesías o una novela de algún buen humanista.